miércoles, 18 de julio de 2012

SÓFOCLES


Hijo de un rico armero llamado Sófilo, a los quince años fue elegido director del coro de muchachos para celebrar la Victoria de Salamina. En el 468 a. C., se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral, cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.
Comenzó así una carrera literaria sin precedentes. Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias en los que se adjudicó 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad. En esos momentos se convirtió en un poeta trágico de la Antigua Grecia.
Fue amigo de Herodoto y Pericles; Sófocles no mostró demasiado interés por la política, a pesar de que fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos.
Su muerte coincidió con la guerra de Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense.
  • De su enorme producción se conservan unos que otros fragmentos y tan sólo siete tragedias completas :

    ANTIGONA
    EDIPO REY 
    AYAX
    LAS TRANQUINIAS
    FILOCTETES
    EDIPO EN COLONO
    ELECTRA

      APORTES DE SOFOCLES:  Sofocles le atribuyen numerosas aportaciones a la técnica dramática, y dos importantes innovaciones: la introducción de un tercer actor en escena, lo que permite complicar notablemente la trama y realzar el contraste entre los distintos personajes, y la ruptura con la moda de las trilogías, impuesta por Esquilo, que convierte cada obra en una unidad dramática y psicológica independiente, y no en parte de un mito o tema central. Sófocles también transformó el espíritu y la importancia de la tragedia; en lo sucesivo, aunque la religión y la moral siguieron siendo los principales temas dramáticos, la voluntad, las decisiones y el destino de los individuos pasaron a ocupar el centro de interés de la tragedia griega.

    El teatro de Sófocles como forma literaria 
    Desde el punto de vista formal, se puede decir que una tragedia sofoclea estándar presenta la siguiente estructura: un prólogo, que nos proporciona por medio de una tirada relativamente corta de versos recitados (frecuentemente en trímetros yámbicos) los precedentes del argumento de la obra; la párodo o momento en que el coro hace su entrada, bailando y cantando, a la que siguen los diversos episodios recitados a cargo de los actores. En el transcurso de los sucesivos episodios los actores hacen progresar la acción dramática. Intercalados entre un episodio y otro se suceden diversas intervenciones del coro, los estásimos, en los que el conjunto del coro ocupa su correspondiente lugar en la orquesta bailando sobre el propio terreno y cantando un tipo de composición lírica de métrica abigarrada. Los intervalos entre episodios y estásimos permiten solucionar de pasada el problema técnico del cambio de vestuario de los diversos actores. Estas partes corales o líricas llamadas estásimos suelen presentar la forma de responsión estrófica, es decir, normalmente se comienza con una estrofa, a la que sigue su antístrofa o segundo canto (cuyo esquema métrico, número de versos, etc., se corresponde estrictamente con la estrofa) y ambas unidades suelen cerrarse con un estribillo llamado epodo. Expuesto así el planteamiento de la obra, esta se cierra con la despedida del coro, que abandona también majestuosamente la escena cantando el llamado éxodo.

    En Antígona opone dos leyes:
    -       La de la ciudad y la de la sangre.
    Antígona quiere dar sepultura a su hermano muerto ante la oposición del tirano Creonte, quien al negarle sepultura pretende dar ejemplo a la ciudad.
    La tensión del enfrentamiento mantiene en todo momento la complejidad y el equilibrio, y el destino trágico se pone entre los dos, pues también a ambos corresponde la “hybris” o pecado de soberbia.
    Edipo Rey, es la más célebre de sus tragedias y así Aristóteles la considera como la más representativa y perfecta de las tragedias griegas.
    También es una inmejorable muestra de la llamada ironía trágica, por la que las expresiones de los protagonistas adquieren un sentido distinto del que ellos pretenden; así sucede con Edipo, empeñado en hallar al culpable de su desgracia y la de su ciudad. Sufre al descubrir que este culpable es él mismo, por haber transgredido la ley de la naturaleza y de la sangre al matar a su padre y yacer con su madre.
    El enfrentamiento entre la ley humana y la ley natural es central en la obra de la que probablemente sea cierto decir que representa la más equilibrada formulación de los conflictos culturales de fondo a los que daba salida la tragedia griega.